Si realmente creas una alianza con tu coachee, como debería de ser, entonces trabaja como si fuera una alianza, y no como si fuera un contrato entre Coach y Coachee, haciendo de tu servicio algo frio y distante.
Tómate el servicio que ofreces muy en serio y sé un gran profesional, pero no permitas que el formalismo opaque el ambiente de cercanía y el disfrute de lo que una relación de Coaching debe ser.
El disfrute y la cercanía hacía tus Coachees no está reñido con las buenas maneras profesionales.