Parece que este tema da mucho que hablar, y mira por dónde; la semana pasada escribía un email a unos colaborares, y uno de ellos me dijo, días después, que me veía algo negativo. Es interesante ver, que al expresar uno las preocupaciones sobre un tema, otros lo interpretan como negativo.
A mi me preocupa el que todo se vea de color de rosa, superable como si fuera todo fácil. ¿Estoy siendo negativo?, y quiero distinguir aquí, que una cosa es la actitud con la que se afronta las circunstancias, y otras las palabras con las que se expresan. Creo que en mi caso, fueron las palabras con las que me expresé, y aunque estas sean debatibles, no nos olvidemos que los emails, suelen ser parcos y limitados en mostrar emociones, pues estas no se expresan, sino que se interpretan por el receptor.
Veamos, en mi opinión, mostrar la preocupación por algo podría ser negativismo, si fuera una queja sin hacer nada al respecto, o simplemente pintar un panorama negativo, esperando a que las cosas cambien por si solas. Ahora bien, si uno se muestra pre-ocupado (lo justo), al tiempo que uno se ocupa en acciones para lograr, o intentar, que las cosas cambien, pienso entonces que estaríamos hablando de un realista.
Sin embargo, esto me confirma que aún tengo recorrido por andar y mejorar, pues aún cuando me ocupo de hacer todo lo que está en mis manos para mejorar ciertas cosas, en lugar de pre-ocuparme sin hacer nada al respecto, reconozco que si alguien lee mis palabras y las interpreta del color que no intento transmitir, aunque eso no está en mi campo de influencia, ya que la interpretación solo está en mano del que lo lee, sí recojo el guante y noto, como aún poniendo las mejores intenciones y acciones para ser optimista, no todo mundo lo interpreta igual, cuando abro la boca o escribo preocupado por un momento dado.
Conclusión, el tiempo y las acciones dirán más de como fui, de lo que yo pueda hablar o escribir, pero hoy, es el presente en el que vivo, debo mirar como lo transmito, ya que aunque en mi epitafio me gustaría que dijeran cosas bonitas al respecto, como dijo Groucho Marx cuando le preguntaron, ¿Qué le gustaría que leyera su epitafio? Él respondió: “y a quién le importa, si ya estaré muerto para entonces”.
Te dejo con unas preguntas de Coaching Integral Transpersonal:
- ¿Qué crees que tendría más impacto en tu epitafio, lo que piensas y nadie conoce, o lo que haces y nadie ve?
- Si tuvieras que elegir entre pre-ocuparte de una circunstancias y hacer algo al respecto ¿Qué prefieres? Entonces, ¿Qué estás haciendo en estos momentos?
- ¿Quién tienes que ser para ser más optimista? O ¿Quién debes dejar de ser para lograrlo?
Jose L. Menéndez
Presidente de OlaCoach.