“¿Qué hay de positivo en eso?
“Seguro que lo solucionarás”
“Ánimo, esto es solo temporal”
“Piensa en lo positivo”
Todo ello puede tener un valor o mejor dicho una intención positiva. Sin embargo abusar de “lo positivo” puede provocar falsas sensaciones sobre el cliente, que le evite afrontar la realidad.
El coach no debe minimizar los problemas, ese no es su rol, si mostrar la otra cara de la moneda. Su rol es que el cliente tome conciencia de lo positivo y la realidad, por dolorosa que esta sea.