Llevo varios años leyendo y explorando sobre las noticias que la neurociencia nos va ofreciendo. Desde hace como un año, comencé a indagar más profundamente en el tema de Neuro-Marketing, y Neurociencia aplicado al Coaching. Hasta el punto de hacerme miembro de una Academia de Neurociencia y Educación (ya os contaré más sobre esto más adelante) y formarme con el enfoque encaminado al éxito profesional, conociendo como nuestro cerebro funciona, para poder desarrollar nuestras capacidades personales y profesionales. ¿Te imaginas del potencial de todo esto en el Coaching…deportivo, ejecutivo, de equipos, educativo, TDA/H, etc…? Es impresionante!
El caso es que cuanto más aprendo de ello, más me llama la atención, por dos razones principalmente. La primera, porque la vasta formación que creo tener en desarrollo personal, veo que muchas de las cosas aprendidas, como por ejemplo PNL, se basaban en una observación trasladada a textos y métodos aplicativos de lo que se pensaba que funcionaba. Ahora con la neurociencia investigando cada vez más en estas muchas de las áreas del aprendizaje y comportamiento humano, nos explica “científicamente” a qué se debe estas observaciones.
De ahí se van validando algunas de las observaciones con métodos científicos, y otras se van eliminando, como son algunos modelos de la PNL, que se explican como se llegan a ello, pero al explicarse también se aprende que tienen muchas “fallas”. Lo segundo que me llama la atención, es que como dicen algunos científicos, el ser humano está basado en las relaciones, lo que va ligado fuertemente a emociones, y donde el AMOR es lo más impactante para el ser humano. Hasta el punto, que sin relaciones, la neurociencia no podría investigar nada, pues nuestras neuronas crearían sinapsis cada vez más simples y ancladas a hábitos casi mecánicos, sin emociones, que posiblemente, y esto es una hipótesis mía, la materia gris fuera reduciéndose. El hipocampo, sistema límbico sería tan básico que volveríamos a modos de comportamientos más parecidos a los de algunos animales que conocemos, y no me refiero solo al mono.
Así pues, lo fascinante de la neurociencia que en los últimos 10-15 años nos está aportando una base científica importantísima para conocernos, no se puede desligar, aunque no se comprenda aún del todo, de SER, el entramado que somos lleno de neuronas, emociones y energías que nos afectan, tanto de fuera hacia adentro como las que nosotros mismos podemos generar, a veces con un dirigir nuestra mirada hacía un determinado lugar, un pensamiento que elegimos conscientemente, o simplemente un acercamiento a otra persona, cuya “química” su energía y la nuestra, hace que impacte en nuestras neuronas, y por lo tanto comportamiento.
En fin, hoy quería compartir esto que cada vez está sonando más, y que sin duda desde OlaCoach vais a comenzar a ver, oír y experimentar más a partir de ahora. Si está interesado en talleres de Neurociencia aplicado al Coaching, en general y al Coaching deportivo en particular, envíanos un email y te mantendremos informado cuando lo tengamos listo, muy pronto. Un saludo cordial,