Mejor comunicación con el equipo, buen clima laboral, mayor productividad, capacidades de liderazgo, mayor comprensión del cliente, adaptación a situaciones extremas, gestión del estrés…
¿Te resultan familiares estas situaciones? Son parte de la inteligencia emocional de los trabajadores de una empresa. Y no importa lo capacitados o expertos que sean en la actividad que desarrollan, si no tienen inteligencia emocional, nunca lograrán el éxito.
Por eso, en este artículo queremos hablarte de la importancia que tiene la inteligencia emocional en la empresa.
Recordatorio: qué es inteligencia emocional
Es la capacidad de reconocer y gestionar adecuadamente las propias emociones y las de los demás. Se trata de una habilidad fundamental porque permite a las personas lidiar con los retos y las situaciones de la vida de manera afectiva.
Contexto de las emociones en los trabajadores de una empresa
Las emociones tienen un gran impacto en el rendimiento de los trabajadores de una empresa. Las positivas, como el entusiasmo y la motivación, pueden impulsar el rendimiento y la productividad. Las negativas, como el estrés y la ansiedad, pueden debilitar el rendimiento y aumentar el nivel de error.
Hemisferio izquierdo y hemisferio derecho
Tenemos un sistema operativo muy asociado al funcionamiento del hemisferio izquierdo y otro sistema operativo muy asociado al derecho. El izquierdo controla los procesos lineales, estructurales, seguimiento de reglas y patrones. Es un hemisferio muy calculador y muy poco conectado con el mundo afectivo.
El derecho es la puerta al subconsciente y está en contacto con el cuerpo. Está mucho más conectado con el mundo emocional, tiene funciones claves relacionadas con la intuición y no funciona de forma lineal, sino circular. Lo que para el hemisferio izquierdo es una nariz, un ojo y una boca, para el derecho es un rostro. Es el más importante con todo lo que tiene que ver con las competencias emocionales.
Sin embargo, es muy difícil acceder a él porque queremos hacerlo desde el hemisferio izquierdo cuando para él es algo totalmente desconocido.
Competencias emocionales en la empresa
Si trasladamos esta información al contexto de los trabajadores de una empresa, el hemisferio izquierdo es quien controla la toma de decisiones, el intelecto, el desarrollo de tareas, etc., mientras que el derecho es el encargado de la creatividad, la comunicación, la flexibilidad, la empatía, entre otras competencia emocionales clave para el éxito laboral.
De hecho, las empresas se fijan cada vez más en este tipo de competencias. Si miras cualquier portal de ofertas de empleo, es muy probable que te topes con fichas en las que ya no solo se busca experiencia o un currículum intachable en cuestión de formación académica, sino aptitudes tales como la empatía, el pensamiento flexible, la organización y la comunicación.
No es casualidad, es fruto de las empresas que han tomado conciencia de las ventajas de la inteligencia emocional en los trabajadores y que apuestan por procesos de coaching emocional para contribuir a su desarrollo.
Cómo influyen las emociones en la toma de decisiones
Para responder esta pregunta, vamos a echar mano de la neurociencia afectiva. De los tres grandes bloques que podemos distinguir en el encéfalo, encontramos: el tronco (funciones más básicas y biológicas), el sistema límbico (cerebro emocional) y la corteza cerebral (la parte más evolucionada).
A pesar de que la corteza cerebral, y especialmente las áreas prefrontales, recogen los procesos cognitivos puramente humanos, como la capacidad de razonar y de ser creativos, el que manda es el cerebro emocional, el sistema límbico. Es capaz de activar y desactivar áreas de la parte prefrontal del cerebro ejecutivo.
De esta forma, una persona que confía en sus posibilidades es una persona que activa su área de emprendimiento, ejecución y creatividad. Pero una persona con las mismas capacidades que vive angustiada, con vergüenza, culpabilidad y desconfianza, tendrá apagadas algunas regiones de su cerebro ejecutivo. Por tanto, tendrá problemas para memorizar y tomar buenas decisiones.
Sin embargo, durante mucho tiempo, hemos sobrevalorado la inteligencia intelectual y hemos infravalorado la emocional.
¿Y si esto estuviera sucediendo también con tus trabajadores? ¿Sabes cómo afecta la falta de inteligencia emocional a los resultados de la empresa? Sigue leyendo.
4 competencias emocionales clave en la empresa
Entendemos las competencias emocionales como un conjunto de habilidades que nos permiten gestionar eficazmente nuestras emociones y las de los demás. Están directamente relacionadas con la inteligencia emocional y nos ayudan a comprender y controlar las emociones, así como a responder de forma adecuada a las de los demás.
Ahí van las más importantes en la empresa:
- Autoconciencia emocional. Es la capacidad de los trabajadores para reconocer y comprender sus propias emociones y las de los demás, así como de regular y controlarlas para adaptarse a las situaciones y alcanzar sus objetivos.
- Autorregulación. Es la capacidad de controlar y regular las propias emociones y reacciones para expresar lo que sienten de forma apropiada. Requiere un trabajo de introspección en el que se analicen las vivencias diarias.
- Empatía. Ponernos en la piel de los demás. Un trabajador capaz de entender las emociones de un compañero o de un cliente es un trabajador que puede establecer mejores relaciones.
- Habilidades sociales. Son aquellas que permiten al trabajador interactuar y relacionarse con los demás de manera eficaz, con una buena comunicación y nivel de asertividad. También incluye la capacidad para pedir ayuda.
Pero no son las únicas competencias emocionales importantes en la empresa. La escucha activa, la comunicación, la motivación y la resiliencia son otras competencias merecedoras de un lugar en esta lista. La falta de inteligencia emocional en los empleados puede hacer que tomen decisiones de manera impulsiva y que se comporten a la defensiva, además de tener dificultades para aceptar opiniones o críticas sin sentirse ofendidos.
Por tanto, la inteligencia emocional SÍ es importante en el entorno laboral
Ayuda a los empleados a comprender y manejar mejor sus propias emociones, así como las de los demás. Tener un buen control de las emociones es esencial para el éxito en el lugar de trabajo, ya que permite que las personas se comuniquen y colaboren eficazmente, resuelvan conflictos de manera efectiva y tomen decisiones racionales.
Competencias básicas como la autoconciencia emocional, la autorregulación, la empatía y las habilidades sociales pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso laboral. ¿Qué consigue la inteligencia emocional en las empresas?
Mejor comunicación entre los trabajadores, fomento del trabajo en equipo, mayor productividad y ventas, desarrollo de las capacidades de liderazgo, mejor atención al cliente, mayor capacidad para enfrentar los errores, etc.
¿Quieres mejorar la inteligencia emocional en la empresa?
Esta es la pregunta del millón. Recuerda que mejorar tu inteligencia emocional y la de tus trabajadores es posible, pues el cerebro es un músculo. Y al igual que podemos entrenar el resto de nuestro cuerpo para tonificarlo, también podemos hacerlo con el cerebro.
Solo necesitas la formación adecuada. Y eso es lo que puedes consultar, precisamente, en OlaCoach. El coaching puede mejorar la inteligencia emocional de una persona al ayudarla a reconocer y comprender sus propias emociones, así como las de los demás.