En el Coaching, como en cualquier profesión de servicios, te encuentras clientes que te pueden amargar tu vida.
Si estás en el Coaching, asumo que es porque te gusta esta profesión. Sin embargo si te encuentras con clientes con los que no disfrutas, de nada te sirve estar en una profesión que amas.
Sabemos que podemos sacar lo mejor de nosotros mismos cuando hacemos lo que nos gusta, y más aún si lo hacemos con quienes nos sentimos atraídos mutuamente profesionalmente hablando.
Hacer Coaching con quien no disfrutas es quemarte, es quemar a tu cliente, es dar un servicio muy pobre.
Elige a tus clientes, habla con ellos para resolver diferencias, y haz Coaching disfrutando. Más vale tener un cliente a la semana con quien disfrutes, que muchos con los que no disfrutas. El primero te traerá otros clientes, el resto no, y además te irán desgastando.