Cobra la tarifa con que te sientas bien.
No aumentes tus tarifas simplemente por aumentar o porque otros coaches cobran más que tú.
Nadie mejor que tú para saber qué tarifa te mereces, con la que te sientes bien cobrando, y que tus clientes te lo confirman.
Cuando tu consulta tenga una lista de espera o cuando ofrezcas más valor de lo que tus clientes esperan obtener o cuando pienses que tus clientes obtendrán más por elevar tus tarifas, entonces auméntalas.