La meditación se ha utilizado para inducir la relajación tranquila y física. Pero la investigación sobre su potencial utilidad para el tratamiento de problemas médicos y desarrollo de competencias “está todavía en sus primeras etapas», y el resultado de los ensayos puede llevar tiempo, dijo Richard J. Davidson, neurocientífico que fundó el Centro para la Investigación de las Mentes Saludables en el Centro Waisman, en el Universidad de Wisconsin-Madison.
Algunos estudios han sugerido la meditación puede ayudar a reducir la presión arterial en adultos = menos problemas cardiovasculares, aliviar la ansiedad = menos estrés, y reducir la duración de las enfermedades respiratorias agudas como la gripe = menos ausentismo.
La meditación se ha estudiado por muchas condiciones, pero los estudios están plagados de inconsistencias, y los beneficios que se encuentran a menudo son modestos. Un ensayo controlado aleatorio de 75 mujeres con síndrome del intestino irritable, por ejemplo, informó que la meditación consciente, el tipo más estudiado de meditación, reducía la severidad de los síntomas. Sin embargo, otro estudio llegó a la conclusión de que las mejoras eran pequeñas.
Los Institutos Nacionales de Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa de Salud advirtió que no había pruebas suficientes para sacar conclusiones sobre el uso de la meditación de atención consciente para aliviar el dolor, dejar de fumar o dirigiendo trastorno de hiperactividad con déficit de atención. Dijo que sólo había «pruebas moderadas» que la meditación consciente alivió la ansiedad y la depresión.
En mi opinión algunos estudios se están observando de manera aislada y no sistémica. Están mirando el efecto directo entre meditar con ciertos síntomas, enfermedades y en menos medida con comportamientos. Sin embargo, no están observando como un grado pequeño de mejora directa puede tener un elevado de influencia en la vida de la persona que lo experimenta. Ya que por ejemplo, si una persona vive con un grado de estrés elevado, digamos un 8 en una escala de 0-10, donde 10 sería lo máximo, el reducir a 7, puede marcar la diferencia entre tener menor dolor de cabeza = comportamiento más empático con su equipo con los clientes. O provocar un acercamiento de compañeros de trabajo al ser más sociable, o reducir un medicamento, etc…
Los estudios de laboratorio han encontrado que la meditación cambios producidos en los circuitos cerebrales implicados en la regulación de la emoción, dijo el Dr. Davidson, y pueden reducir los marcadores de inflamación y estrés hormonas como el cortisol.
Señaló que había muchos tipos de meditación y que la investigación demostró que los efectos varían enormemente entre los individuos, y agregó: «Esto no es una talla única para todos.»
Estos datos nos sirven para desmitificar la meditación, donde antes se creía que había que meditar una hora mínimo sentado en forma de flor de loto, para beneficiarse del impacto la meditación. Y son precisamente estos estudios que nos están descubriendo lo que era lógico, y casi nadie prestaba atención. Cosas como que quizás una persona con 3 veces al día por 5 minutos cada vez, se beneficie tanto como otra persona que medite 30 minutos seguidos a diarios. Quizás unos obtendrán cambios más visibles con crear momento de Mindfulness, atención consciente, durante su desempeño profesional, cuando otros sin embargo quizás noten más beneficios con realizar pequeños mantras de agradecimiento con atención consciente.
Se sigue investigando todo esto para recabar las pruebas que todos deseamos tener, pero no nos olvidemos que aún estamos muy lejos de lograr “medir” o “palpar con la mano” temas como la energía que producen los pensamientos, y por lo tanto la meditación, y sin embargo ya sabemos que causa beneficios, en mayor o menor escala, según la persona, según el método, según la regularidad con que lo practique, y otras circunstancias. Por dejar de “palpar” las pruebas, no podemos negar que hay algo, más allá de nuestra comprensión “científica” cuando estamos apreciando un impacto positivo, aunque no comprendamos aún a qué es debido.
Jose L. Menéndez
Director General de OlaCoach Corporate y
Master Certified Coach