Muchas veces nuestros clientes nos van a recordar situaciones que también nos pasan a nosotros, como a ellos. Por ello a veces les vamos a hacer preguntas que nos haríamos a nosotros mismos.
Pero cuando tus necesidades, vida, problemas y metas son grandes, el riesgo es que les hagas coaching utilizando tus circunstancias personales para que te las resuelvan ellos a ti; tus asuntos se filtran en tu coaching.
De vez en cuando, verifica con tus clientes que sientan que el proceso de coaching es sobre sus vidas, no la tuya.
Y ten tu propio coach para trabajar tus cosas cuando esto ocurra.