El Coaching Integral pone la metodología, pero conoce una parte del por qué funciona.
Peter M. Gollwitzer, de la Universidad de Konstanz nos contaba en un artículo publicado hace unos años en el American Psychologist que la Intención supone tan solo el 20-30% de lo que se requiere para alcanzar metas.
¿Cuántas veces has querido hacer algo o dejar de hacerlo? Y ahí se ha quedado, en buenas intenciones.
Si tomamos una parte del famoso método del juego interior del Tenis de Timothy Galway, popular en el mundo del coaching, donde se suele preguntar: del 0 al 10, que intención tienes en hacer X acción? (Siendo 0 = ninguna intención, y siendo 10 = definitivamente sí lo haré)
Resulta que lo que nos dice Peter M. Gollwitzer es que ni siquiera el 10 es suficiente para hacerlo. Es más, podrimos hacer la siguiente equiparación: una intención de 8 sería = 20% de intención, 9 = 25% de intención, y 10 = 30% de intención.
Según muchos psicólogos, con esta misma pregunta, cuando uno responde 7 o menos, significa que no hay casi nada de intención, o que depende más de terceras personas o otros factores para que algo se llegue a realizar.
Así que, ahora que los coaches pensaban que todos sus clientes iban a responder de seguro a la acción, simplemente por responder a la pregunta de arriba que su intención era un 10, quizás puedan darse cuenta que ese diez necesita de otros elementos para que se cumpla.
Para lograr avanzar necesitas persistir en lo que quieres hacer, repetirlo las suficientes veces. En otras palabras crear un nuevo hábito o varios que te lleve hacia tus objetivos. Esto significa que sin acción no hay logros. Ya sé que esto es una perogrullada, tan evidente que no hacía falta ni mencionarlo, y sin embargo, ¿Por qué muchas personas siguen realizando promesas llenas de buenas intenciones y no llegan ni a dar un paso hacia dichas promesas?
El error está en que se enfocan en el logro, en el objetivo. Soñar es muy positivo, de hecho ver el futuro prometedor, alcanzando los objetivos suele ser muy motivante, y esto puede originar adrenalina que nos invite a movernos. Sin embargo, muchas veces este estado de ánimo que logramos con los sueños, no ofrece los resultados esperados, pues como toda química que se crea en el cuerpo, ya sea por acciones, pensamientos o medicamentos, sus efectos no son eternos, y por lo tanto, algunos sueñan desde el sillón, y para cuando deciden levantarse se les ha quitado el efecto del sueño, y no hacen lo que pensaron que deberían hacer para lograr su sueño.
La clave está en enfocarnos en el beneficio de cada pasito y acción que damos, y no en el logro final.
Si realizas una pequeña acción y reconoces el beneficio de esa acción, el centro de gratificación del cerebro, no solamente sentirá la química que le llega por dicho pasito, sino que comenzará a asociar dicha recompensa con acciones, y las acciones repetidas, se convierten en hábitos, y los hábitos que nos generan endorfinas hacia el sistema de recompensa, nos anima a seguir, a hacer más y más…hasta que voilá, alcanzas tu meta!
En coaching solemos decir, cuando un objetivo del cliente es grande (y esto es una percepción muy personal del cliente) que entonces es mejor que empiecen a comerse el elefante poquito a poco. Si a esto le añades, que en cada mordisquito, cada paso que da, logras que el cliente reconozca los beneficios de ese pasito, en lugar de mirar constantemente al objetivo final, estarás logrando que se motive a medida que ve los pasos dados y sus beneficios logrados en cada momento, que muchas veces suelen ser mejores incluso que el objetivo marcado.
La meta se registra en la parte racional de la menta, y uno suele hablarse sobre ella: Lo logré, o no lo logré. Me está costando mucho. Me falta mucho para llegar a ella, etc.
En cambio, si uno mira a los beneficios de cada pasito dado, estos irán al cerebro límbico, además del al prefrontal, creando emociones positivas asociadas a hechos y acciones que le animarán a seguir avanzando. Y con ello, la intención habrá pasado a la acción, la acción se convertirá en hábito, y el hábito te acercará, te hará llegar a tu objetivo.
Una manera muy efectiva en que podemos incentivar las primeras acciones, para seguir y superar obstáculos es preguntándonos: ¿Qué estoy aprendiendo? ¿Cómo puedo crecer con este aprendizaje? Centrarse en el aprendizaje diario/semanal a corto plazo. Pues además en el aprendizaje hay también placer (centro de gratificación), y esto nos ayuda a darnos cuenta de las cosas que podemos mantener o podemos ir corrigiendo, y de esta manera es más fácil aceptar que un paso no nos salió bien, y cambiarlo, hacer algo diferente. De esta manera no piensas en el objetivo y en lo distante que aún está, sino en las cosas que vas logrando en el camino.
Identificar y evitar las distracciones del día a día es importante. Muchas personas piensan en los obstáculos, como algo grande que les impedirán avanzar, y sin embargo, las pequeñas distracciones del día a día, suelen ser sin darse uno cuenta sus grandes obstáculos. De ahí, que cuando uno identifica estos y se pregunta: ¿Cómo puedo ser o hacer para evitar estas distracciones, para superarlas? Y así evitar que se interpongan en el camino. Otro beneficio! Y nos anima a seguir dando pasos, incluso nos sentimos más preparados para desafíos mayores, (que a veces siguen estando en la cabeza, y al andar desaparecen)
Identificar las distracciones diarias, semanales y abordarlas, ayudan también a superarlas y a desarrollar nuestra resiliencia. Con lo que una vez más, y como dijo una vez un sabio: “yo me ocupo del minuto a minuto de mi día, que de las semanas, los meses y los años se ocupa el destino”
Otro punto importante, es diseñar estrategias para avanzar, pero siendo flexible con uno mismo. Una Meta sin estrategia es difícil que se cumpla, pero una estrategia rígida puede bloquear el avance.
Las estrategias son como los mapas de papel, que nos indica cual pueden ser el camino a seguir, pero si al llegar a una calle, está bloqueada, por obras, accidentes, etc… volveremos a mirar el mapa, para ver qué alternativas tomar. En otras palabras, si creo una estrategia y esta no funciona, puedo pensar en diseñar otra hasta que encuentre la que mejor me funciona. Si mi foco de atención está en buscar la mejor estrategia, estaré incentivando la búsqueda de alternativas a través de la acción. En lugar de pensar con rigidez que solo puedo hacerlo de una manera, que si no me salió bien, parece que mi meta se desvanece. Y si la estrategia te funciona, sigue aplicándola!
Muchas veces, los coaches preguntamos a nuestro cliente ¿Qué piensas en estos momentos? ¿Qué tipo de pensamientos tienes en X o Y situaciones? Buscando que identifiquen su dialogo interno. Identificar el dialogo interno para que no saboteen su intención. Pues el ser humano tiende a justificar todo lo que hace o deja de hacer, y si nuestro dialogo interno nos machaca y nos alimenta para quedarnos en la zona de confort, no tomar acciones hacia lo que queremos es algo que se puede evitar si observamos a nuestro dialogo interno.
Para esto, meditar todos los días, aunque sea 5 o 10 minutos, dos o tres veces al día, nos puede ayudar muchísimo para evitar que el dialogo interno sea nuestro mayor enemigo.
Y para terminar, decir que la implementación de un método o una estrategia, es crucial. Es pasar la intención a la acción. En otras palabras, la ACCIÓN de lo que planeas es esencial. Si no implementas lo que planeas, no puedes ver nada de lo anterior, no puedes sentir el beneficio de los pasos, la gratificación del impacto que vas logrando, o hacer cambios en la estrategia si diera lugar, etc… la implementación es clave en el coaching en la consecución de logros y una de las cosas que más diferencia marca para que se logren los objetivos….
Jose L. Menéndez
Fundador y CEO de OlaCoach Corporate S.L.
Master Certified Coach por la ICF y
Creador del Método CHAMPION MIND ®
Jose L. Menéndez es conocido como experto en Coaching y Neurociencia aplicada en el desarrollo de Talento y Liderazgo. Tiene la habilidad de “traducir” estudios y conocimiento Neurocientíficos a una manera simple y pragmática para que líderes y ejecutivos se den cuenta de su potencial profesional y personal utilizando métodos basados en la optimización del cerebro para lograr resultados.
Pionero del Coaching y de la Neurociencia aplicada, dirige OlaCoach Corporate S.L., una boutique de consultoría especializada en la creación de programas y diseños para el desarrollo de comportamientos ligado a competencias empresariales, a través de la Neurociencia, herramientas del Coaching Integral y metodología CHAMPION MIND ®
Entre sus clientes se encuentran grandes multinacionales como Microsoft, Intel, Coca Cola, PwC, Telefónica, Inditex, REXMAS, BBVA, Siemens, Newmont, y muchas más, además de casi un centenar de PYMES.
Certificado en el uso de las Herramientas Neuro Quotient ®, diagnostico de comportamientos basado en la Neurociencia, ideal para el desarrollo de Talento y Liderazgo, y en Team Diagnostic Assesment ™ herramienta ideal para detectar los elementos de productividad y desarrollar Equipos de Alto Rendimiento bajo este modelo de Coaching Sistémico.
En su tiempo libre le gusta pasear y hablar con su mujer mientras disfrutan de una buena tapa, a ser posible de jamón ibérico junto a un buen vino, y un carajillo para terminar una buena comida.
Para saber cómo Jose L. puede ayudar a su organización a maximizar su verdadero potencial, le puede escribir a joseluis@olacoach.com