Seamos honestos, aunque todos tenemos debilidades, a nadie le gusta que se las señalen, especialmente en nuestro trabajo. ¿Podemos desarrollar nuestras debilidades desde nuestras fortalezas? Si, y además es mucho más efectivo, que, enfocándose solamente en mejorar las debilidades, que es como suele hacerse desde el acercamiento de desarrollo en competencias. Ignora las fortalezas, por asumir que no se deben utilizar para mejorar.
¿Cómo me vería la gente si conocieran mis debilidades? ¿Cómo me tratarían, se aprovecharían de ello? ¿Hay algo que pueda hacer realmente para superarlo?
Acorde a Dr. Alex Linley, uno de los principales expertos mundiales en el desarrollo de fortalezas en los lugares de trabajo; “Basándonos en investigaciones con miles de personas, es inusual que una debilidad genuina se convierta en una auténtica fortaleza.
Nuestras debilidades genuinas no tienden a cambiar demasiado, sino que encontramos la forma de evitarlas o gestionarlas, y cuanto más pensamos en ellas, o invertimos tiempo y energía en ellas, más frustrado nos sentimos, menos seguros nos sentimos, especialmente si no vemos apenas resultados positivos, y lo poquito que vemos, tendemos a compararlo con otros, o incluso con otras cosas que se nos dan mejor, lo cual, en lugar de inspirar la fortaleza a la debilidad, lo que pasa es que la debilidad debilita aún más nuestra fortaleza.
Las buenas noticias, dice el Dr. Lenley, es que si su trabajo realmente requiere que usted mejore una debilidad, hay formas en que puede evitar que lo hagan tropezando y malgastando energía.
El primer paso es entender cuáles son tus debilidades y fortalezas en realidad. Parece obvio, pero tomarse el tiempo para comprender en qué eres bueno, cuánta energía obtienes al hacerlo y con qué frecuencia lo logras, puede ser una forma poderosa de aclarar tus áreas para la oportunidad y el desarrollo. Entre en el siguiente enlace y realice el test para obtener sus fortalezas
El segundo paso es explorar las estrategias más efectivas para aplicar sus fortalezas o lidiar con sus debilidades en diferentes situaciones.
Si trabaja con un equipo, y quiere desarrollar a su equipo y a usted mismo basado en el desarrollo por fortalezas, contácteme, y le apoyaré en su proyecto.
Por ejemplo, Alex sugiere:
Maximice las fortalezas no realizadas para el crecimiento y el desarrollo: sus puntos fuertes no realizados son cosas que realiza bien y disfruta haciendo, pero que tal vez no use con la frecuencia suficiente. Si desea acelerar su crecimiento y desarrollo, estas son las fortalezas para concentrarse.
Busque oportunidades para usar estas fortalezas con mayor frecuencia, asegúrese de practicarlas, desarrollar y perfeccionar sus aplicaciones, expandirlas gradualmente y luego evaluar cómo está implementando estas fortalezas y los resultados que está logrando. Por ejemplo, Alex Lenley cuenta que cuando trataba de maximizar su la fortaleza del humor, de la cual no era consciente, y no la había trabajado o utilizado mucho, buscó oportunidades cada día para compartir una historia que hiciera reír a los demás y aligerar el estado de ánimo en el trabajo.
Para un rendimiento óptimo, las fortalezas que se practican se disfrutan, te suele salir las cosas bien cuando las practicas a menudo, y que probablemente la uses a menudo, o tengas ganas de utilizarlas más de lo que estimas tienes tiempo para utilizarlas.
Es importante ser sensible al contexto y situaciones en que se utilizan, pues una fortaleza utilizada en excesivo puede crear efectos negativos o incluso nos puede llegar a quitarnos las ganas de aprovechar algo a lo que somos buenos. Saber cómo y cuándo utilizarlas, es lo que llama Barbara Fridreckson, experta científica de psicología positiva: “Sabiduría práctica”
Puede aumentar sus puntos fuertes asegurándose de conectar sus puntos fuertes con los objetivos que desea lograr, combinar múltiples puntos fuertes para amplificar su efecto, tener cuidado de no exagerar sus puntos fuertes, y controlar y refinar la aplicación de sus fortalezas en diferentes situaciones. Por ejemplo, trate de ordenar su fortaleza, saber dónde y cuando utilizarla. Trate de ver las mejoras que podría obtener en el trabajo y el valor que estas le agregarían a usted y a los demás, observe como estas impactan en otros y usted mismo.
Comportamientos aprendidos moderados para un rendimiento sostenible: los comportamientos aprendidos son cosas que puede hacer bien, pero que no le gustan. Este es a menudo un momento de bombilla para las personas cuando reconocen que una fortaleza no es solo algo en lo que eres bueno, sino también algo que disfrutas hacer.
Use los comportamientos aprendidos según corresponda y según sea necesario, sin dejar de reconocer que nunca serán el camino hacia un alto rendimiento sostenible. Para moderar sus comportamientos aprendidos, trate de dejar de hacerlos, reenfoque su rol, organice las tareas y actividades en un «emparedado de fortalezas» para equilibrar las actividades de dinamización y drenaje, busque socios complementarios y adopte un trabajo en equipo basado en la fortaleza. Por ejemplo, cuando trate de moderar una resunión con su fortaleza de planificación, comiennce a delegar la creación de planes de proyecto a otros miembros del equipo. Quizás se dé cuenta de que solo porque podía hacerlo bien, no quería decir que no pueda hacer que otros lo hagan también bien, siendo parte de un equipo.
Minimice las debilidades para que sean irrelevantes: sus debilidades son aquellas cosas que realiza deficientemente y le quitan la energía. Te dejan sintiéndote mal y careciendo de motivación. Si debes hacer algo en lo que no eres bueno y/o te quita mucha energía, busca como delegarlo, busca quien puede hacerlo por ti, si realmente lo necesitas, y especialmente si eres parte de un equipo, busca como esa tarea, esa competencia es desempeñada por alguien que se le da mejor que a ti, quizás sea algo que nadie disfruta, pero al menos si lo realiza quien menos energía pierde, el nivel medio de energía del equipo mejorará, y no dude que esto puede marcar una gran diferencia en todo el equipo, así como en los resultados.
Para minimizar sus debilidades, intente remodelar lo que hace, use sus puntos fuertes para compensar, encuentre un compañero complementario o adopte formas de trabajar en equipo para que cada persona pueda aprovechar sus puntos fuertes. Si ninguno de estos enfoques es posible, se recomienda que realice formación para obtener un nivel básico de competencia. Por ejemplo, en lugar de tratar de buscar llegar a ser muy habilidoso en mi debilidad de generador de informes, puedo canalizar mi fortalezas de visión global e inteligencia emocional para que otros se sientan cómodos en mi compañía, donde yo les pueda facilitar los datos globales, y ellos ejecuten los informes.
El tercer paso que Alex sugiere es conocer las fortalezas de otras personas a tu alrededor. Cuando las personas entienden y aprecian las fortalezas de los demás, pueden transformar su comprensión de quién es esa persona y qué aporta esa persona. Puede cambiar el resentimiento y la frustración por las debilidades de alguien, en una oportunidad para valorar. Esto es lo que se conoce como “Detección de fortalezas”. Si buscamos constantemente las fortalezas de otros, no solamente nos sentiremos mejor con nosotros mismos y en su compañía, sino que les estaremos apoyando a desarrollar su talento, lo que si encima son parte de nuestro equipo, ganamos todos, apoyándonos todos al detectar y desarrollar las fortalezas nuestras, de nuestro equipo.
Por Jose L. Menéndez Cuenca.
Empresario, Master Certified Coach, Master en PNL, experto en diseño e implementación de estrategias de Liderazgo Integral Positivo. Executive Master of Positive Leadership and Strategic del IE Business School.
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